Transformar el recorrido y la experiencia del cliente
Durante décadas, las empresas dedicadas a la tecnología han asignado a los clientes la principal responsabilidad de instalar, administrar, adoptar, mantener y, en última instancia, aprovechar al máximo el valor de las soluciones. Los entornos con múltiples proveedores y tecnologías heredadas no han hecho más que sumarse a esta carga impuesta sobre los clientes de ciberseguridad; eso ha generado la urgente necesidad de reducir los niveles de complejidad pese al panorama de amenazas en constante evolución.